FINALMENTE el gran Debate para desmontar - desenmascarar la GRAN farsa del coronavirus SARS-CoV-2 aka PLANdemia COVID. El RETO PRUEBA TÚ TEORÍA QUE EXISTE UN VIRUS! Los médicos por la verdad de Terreno versus los médicos y científicos que creen en la teoría de germenes de Louis Pasteur. PARA sorpresa el primero en aceptar el reto es el Dr Mike Yeadon, ex virologo y vacunologo de Pfizer. Se seleccionarán 5 laboratorios de virologia y se en enviarán 3 muestras de virus de 20 personas de los cuales los laboratorios no saben cuales son, es decir a ciegas. 1 de Influenza A 1 de SARS-CoV-2 1 de cáncer de pulmón Fase 1aislar y purificar el virus Fase 2 secuenciar el genoma del virus. Al día de hoy nadie ha aislado, purificado y secuenciado el coronavirus SARS-CoV-2. Cómo sabemos que supuestamente existe porque en enero 2020 el Dr alemán Christian Drosten aka Mengele Eichmann hizo la prueba PCR hisopado en una computadora insilico y en menos de 24 horas la OMS le aprobó el pape
Judíos de todo el mundo, religiosos y seculares, y entre ellos los cerca de seis millones que viven en Israel, conmemoran a partir de hoy el "Rosh Hashaná" o Año Nuevo que, según el calendario hebreo, es el 5772 desde la creación del mundo.
La festividad, que se prolongará durante dos días y cuya observancia aparece recogida en el Levítico, se iniciará al atardecer de hoy y concluirá al anochecer del próximo viernes.
El Año Nuevo judío se caracteriza por la degustación de alimentos dulces, símbolo de buenos deseos para el año entrante, así como el sonido del "shofar", uno de los instrumentos musicales más antiguos de la Humanidad, hecho con un cuerno retorcido, generalmente de un carnero, que se suele tocar tras los rezos matutinos.
El "Rosh Hashaná" se comienza a celebrar la víspera del comienzo del mes hebreo de "Tishrei", según una antigua tradición en la que la fecha era anunciada desde Jerusalén a todas las comunidades por medio de hogueras.
Su conmemoración supone el inicio de una serie de días, los "Yamim Noraim", o diez "jornadas terribles", que son las que transcurren entre el Año Nuevo y el "Yom Kipur", el más solemne del calendario hebreo, de máxima expiación y en el que Dios, dice la tradición, decide quiénes serán inscritos en el "Libro de la Vida".
"El Rosh Hashaná es una mezcla (de alegría y solemnidad). No es sólo un día en el que untemos manzana en miel para que tengamos un año dulce. No es sólo una fiesta", explicó Moshé, un estudiante estadounidense que se encuentra en Israel en un año de estudios en un seminario rabínico.
Explica que es además "un día de reflexión interna" sobre los actos del año anterior, "un día de esperanza".
Durante esta semana y media de reflexión espiritual, es costumbre escuchar a los judíos religiosos saludarse con la bendición "Gmar hatimá tová", con la que se desea al prójimo una buena inscripción en el libro divino.
Otra de las tradiciones ortodoxas es la de acudir mañana, jueves, a fuentes de agua como mares, ríos o manantiales para leer versículos y oraciones con las que "arrojan" trozos de pan para deshacerse simbólicamente de "los pecados e inmoralidades" del año que ha terminado.
En la cena ritual, que se celebra esta noche, se suelen degustar manzanas embebidas en miel, para endulzar el año próximo, así como granadas, dátiles, calabazas, garbanzos y puerro, mientras se evitan los alimentos amargos.
También se sirve un pequeño trozo de cabeza o cuello de animal, para ser "cabeza y no cola" del pueblo.
Mucha gente suele hacer en los últimos días examen de conciencia o "jeshbón nefesh" y pide perdón a aquellos amigos y familiares que creen haber dañado durante el 5771.
"Es un momento en el que pienso sobre mi vida, y en el que decido que es lo que quiero cambiar para el año siguiente", apunta Naamá, una joven música de 30 años.
La festividad suele venir acompañada por largas horas de rezos en las sinagogas, en las que los fieles más ortodoxos buscan la expiación de sus pecados ante Dios, aunque hayan sido cometidos o no con intencionalidad.
No obstante, para los seculares se inicia un período vacacional en el que suelen enlazar varias festividades hasta la última de las conmemoraciones de la temporada, "Sucot" o "Fiesta de los Tabernáculos", que este año cae entre el 12 y el 19 octubre.
Desde hace ya años, para reforzar la seguridad, el Ejército de Defensa de Israel cierra los pasos fronterizos con Gaza y Cisjordania con motivo de estas y otras fiestas, una medida que entró en vigor la pasada medianoche y que durará hasta el domingo al amanecer.
El cierre se hará efectivo otra vez en el Yom Kipur o Día del Perdón, los 7 y 8 de octubre, y también durante los ocho días de la fiesta de los Tabernáculos, que pone fin al ciclo de fiestas judíos a comienzo del año.
En vísperas del Año Nuevo, la Oficina Central de Estadísticas de Israel ha dado a conocer los datos de población del Estado judío, que hoy cuenta con 7,79 millones de personas, de las cuales, 5,8 millones son judíos, 1,6 de origen árabe, y 217.000 trabajadores extranjeros que residen en el país no contabilizados entre las minorías.
También con ocasión de la efemérides hebrea, el presidente del Estado, Shimón Peres, felicitó a las comunidades judías en la diáspora en un mensaje en el que precisa que "el próximo año será un período decisivo para Israel, para toda la región y el mundo".
Al hablar de la situación del estancado proceso de paz entre israelíes y palestinos, Peres abogó por "trabajar para tender puentes y cerrar las diferencias que existen entre ambos (pueblos)".
Fuente: EFE/Aurora
La festividad, que se prolongará durante dos días y cuya observancia aparece recogida en el Levítico, se iniciará al atardecer de hoy y concluirá al anochecer del próximo viernes.
El Año Nuevo judío se caracteriza por la degustación de alimentos dulces, símbolo de buenos deseos para el año entrante, así como el sonido del "shofar", uno de los instrumentos musicales más antiguos de la Humanidad, hecho con un cuerno retorcido, generalmente de un carnero, que se suele tocar tras los rezos matutinos.
El "Rosh Hashaná" se comienza a celebrar la víspera del comienzo del mes hebreo de "Tishrei", según una antigua tradición en la que la fecha era anunciada desde Jerusalén a todas las comunidades por medio de hogueras.
Su conmemoración supone el inicio de una serie de días, los "Yamim Noraim", o diez "jornadas terribles", que son las que transcurren entre el Año Nuevo y el "Yom Kipur", el más solemne del calendario hebreo, de máxima expiación y en el que Dios, dice la tradición, decide quiénes serán inscritos en el "Libro de la Vida".
"El Rosh Hashaná es una mezcla (de alegría y solemnidad). No es sólo un día en el que untemos manzana en miel para que tengamos un año dulce. No es sólo una fiesta", explicó Moshé, un estudiante estadounidense que se encuentra en Israel en un año de estudios en un seminario rabínico.
Explica que es además "un día de reflexión interna" sobre los actos del año anterior, "un día de esperanza".
Durante esta semana y media de reflexión espiritual, es costumbre escuchar a los judíos religiosos saludarse con la bendición "Gmar hatimá tová", con la que se desea al prójimo una buena inscripción en el libro divino.
Otra de las tradiciones ortodoxas es la de acudir mañana, jueves, a fuentes de agua como mares, ríos o manantiales para leer versículos y oraciones con las que "arrojan" trozos de pan para deshacerse simbólicamente de "los pecados e inmoralidades" del año que ha terminado.
En la cena ritual, que se celebra esta noche, se suelen degustar manzanas embebidas en miel, para endulzar el año próximo, así como granadas, dátiles, calabazas, garbanzos y puerro, mientras se evitan los alimentos amargos.
También se sirve un pequeño trozo de cabeza o cuello de animal, para ser "cabeza y no cola" del pueblo.
Mucha gente suele hacer en los últimos días examen de conciencia o "jeshbón nefesh" y pide perdón a aquellos amigos y familiares que creen haber dañado durante el 5771.
"Es un momento en el que pienso sobre mi vida, y en el que decido que es lo que quiero cambiar para el año siguiente", apunta Naamá, una joven música de 30 años.
La festividad suele venir acompañada por largas horas de rezos en las sinagogas, en las que los fieles más ortodoxos buscan la expiación de sus pecados ante Dios, aunque hayan sido cometidos o no con intencionalidad.
No obstante, para los seculares se inicia un período vacacional en el que suelen enlazar varias festividades hasta la última de las conmemoraciones de la temporada, "Sucot" o "Fiesta de los Tabernáculos", que este año cae entre el 12 y el 19 octubre.
Desde hace ya años, para reforzar la seguridad, el Ejército de Defensa de Israel cierra los pasos fronterizos con Gaza y Cisjordania con motivo de estas y otras fiestas, una medida que entró en vigor la pasada medianoche y que durará hasta el domingo al amanecer.
El cierre se hará efectivo otra vez en el Yom Kipur o Día del Perdón, los 7 y 8 de octubre, y también durante los ocho días de la fiesta de los Tabernáculos, que pone fin al ciclo de fiestas judíos a comienzo del año.
En vísperas del Año Nuevo, la Oficina Central de Estadísticas de Israel ha dado a conocer los datos de población del Estado judío, que hoy cuenta con 7,79 millones de personas, de las cuales, 5,8 millones son judíos, 1,6 de origen árabe, y 217.000 trabajadores extranjeros que residen en el país no contabilizados entre las minorías.
También con ocasión de la efemérides hebrea, el presidente del Estado, Shimón Peres, felicitó a las comunidades judías en la diáspora en un mensaje en el que precisa que "el próximo año será un período decisivo para Israel, para toda la región y el mundo".
Al hablar de la situación del estancado proceso de paz entre israelíes y palestinos, Peres abogó por "trabajar para tender puentes y cerrar las diferencias que existen entre ambos (pueblos)".
Fuente: EFE/Aurora
Comentarios
Publicar un comentario
¿Qué piensas de esto? Tus comentarios pueden ser anónimos o no, y serán muy agradecidos, por más corto que sean. Sé respetuoso.