Cuando las teorías de conspiración se convierten en realidad, o quizas siempre fueron verdad. Después de 41 años de acuerdo a la ley de transperencia del gobierno de USA se hace público como fue que se hizo el deal de los famosos petro-dólares entre USA y Arabia Saudí en 1974. A raíz de la victoria de Israel sobre todos sus enemigos árabes y rusia en la Guerra de Yom Kippur en 1973 y también gracias a la ayuda de Nixon de enviar todo el apoyo militar posible, en 1974 el carte l de la mafia de la OPEP lleva a cabo el embargo de petróleo y doblegar a USA en donde la economía prácticamente colapsa. El fracaso no era opción así que Nixon comisionó a William Simon, secretario de tesoreria, un ex trader de bonos de Salomon Brothers para negociar con los saudí. El deal era muy sencillo: USA le compraria petróleo a Arabia Saudí, y proveera al reino con armas y equipo y a cambio los saudí comprarian bonos y tesoros del estado para así financiar la deuda que ya USA habi...
Uno de cada diez habitantes de la Tierra cree en las profecías de los antiguos mayas de que el fin del mundo ocurrirá el 21 de diciembre de 2012.
Tales son los resultados de la
encuesta internacional que contó con la participación de más de
dieciséis mil personas de veinte países, entre ellos China, EEUU,
Francia, Reino Unido y Rusia. ¿Cuáles son las razones de semejantes
ánimos apocalípticos? ¿Tal vez sea verdad que el enigmático planeta
Nibiru se esté acercando a la Tierra y provocará una catástrofe
universal?
Más que otros, los chinos creen en las
predicciones de los mayas. El 20 % de los ciudadanos chinos esperan que
este año ocurrirá el fin del mundo. Los habitantes de Polonia y Rusia
son menos crédulos. De acuerdo con la encuesta, solo 13 % de los
habitantes de estos países esperan el Juicio Final a fines de año. Los
expertos indican que la propensión a creer en un próximo fin de la
civilización se observa con mayor frecuencia en jóvenes con poca
instrucción y bajos ingresos. Por lo demás, no hay que atribuirlo todo a
la insuficiencia de educación y a los pequeños salarios: los medios de
comunicación manipulan magistralmente la conciencia social, explotando
el tema del “fin del mundo” con fines meramente comerciales –estima el
psicólogo de la Academia de Ciencias Naturales de Rusia, Serguei
Kliúchnikov:
—La
televisión, Internet y la prensa exageran con habilidad la creencia en
el “fin del mundo”, que, en general, fue propio del hombre desde tiempos
remotos. Pienso que se trata de toda una industria: logotipos,
camisetas, programas, libros… Siempre hay que preguntarse: ¿A quién le
conviene todo esto? El 21 de diciembre de 2012 es una fecha que se ha
convertido en una suerte de marca comercial.
Por otra parte –estima Serguei Kliúchnikov, las alarmantes expectativas de los encuestados tienen un fundamento bastante real:
—Es
evidente que la civilización tecnocrática en la que vivimos y que
explota la naturaleza con una intensidad tremenda, difícilmente dure
mucho tiempo. La naturaleza empieza a vengarse con erupciones
volcánicas, tsunamis, que son cada vez más frecuentes y se manifiestan
de forma más activa. Las personas ven todo esto, lo cual también ejerce
influencia sobre ellas. Influye asimismo el telón de fondo de nuestra
vida. Por una parte, la extraña mezcla de racionalismo y ciencia. Por la
otra, las supersticiones y a veces bastante primitivas. Y, en tercer
lugar, el caos real relacionado con ciertas manifestaciones sociales
como el terrorismo, las guerras, etc. Todo esto infunde en muchas
personas la idea del fin del mundo.
El
problema del fin del mundo es tan actual, que obligó a científicos
serios a hacer refutaciones públicas al respecto. Son muy grandes los
temores que experimenta la sociedad con respecto a esa fecha funesta.
Por ejemplo si se busca en Internet “desgracias de 2012” se obtendrán
más de treinta y cinco millones de resultados. Entre ellos hay un buen
número dedicado al misterioso planeta Nibiru, que supuestamente se está
acercando a la Tierra desde las profundidades del cosmos. Se acusa a los
astrónomos de complot criminal a los efectos de ocultar la existencia
del peligroso objeto espacial y, de esa manera, prevenir el pánico. No
obstante, los científicos declaran con toda responsabilidad que el
planeta Nibiru no existe. Si este “visitante” espacial realmente
existiera, ya estaría dirigiéndose hacia la Tierra y podría observarse a
simple vista en las proximidades de la órbita de Marte.
Fuente: Lavozderusia
Comentarios
Publicar un comentario
¿Qué piensas de esto? Tus comentarios pueden ser anónimos o no, y serán muy agradecidos, por más corto que sean. Sé respetuoso.