FINALMENTE el gran Debate para desmontar - desenmascarar la GRAN farsa del coronavirus SARS-CoV-2 aka PLANdemia COVID. El RETO PRUEBA TÚ TEORÍA QUE EXISTE UN VIRUS! Los médicos por la verdad de Terreno versus los médicos y científicos que creen en la teoría de germenes de Louis Pasteur. PARA sorpresa el primero en aceptar el reto es el Dr Mike Yeadon, ex virologo y vacunologo de Pfizer. Se seleccionarán 5 laboratorios de virologia y se en enviarán 3 muestras de virus de 20 personas de los cuales los laboratorios no saben cuales son, es decir a ciegas. 1 de Influenza A 1 de SARS-CoV-2 1 de cáncer de pulmón Fase 1aislar y purificar el virus Fase 2 secuenciar el genoma del virus. Al día de hoy nadie ha aislado, purificado y secuenciado el coronavirus SARS-CoV-2. Cómo sabemos que supuestamente existe porque en enero 2020 el Dr alemán Christian Drosten aka Mengele Eichmann hizo la prueba PCR hisopado en una computadora insilico y en menos de 24 horas la OMS le aprobó el pape
Ciudades
iraquíes cayendo como piezas de dominó ante el avance de militantes
islámicos, Bagdad que parece haber perdido el control, medio millón de
desplazados por la violencia, convocatorias de emergencia en el Consejo
de Seguridad de Naciones Unidas: todo esto ha sido provocado por la
ofensiva del grupo radical Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS,
por sus siglas en inglés).
El martes
los militantes de ISIS se hicieron con el control de Mosul, la segunda
ciudad de Irak; y el miércoles tomaron la ciudad de Tikrit, cuna del
depuesto y fallecido líder iraquí, Sadam Hussein, sólo 150 kilómetros al
norte de la capital, Bagdad.
La violencia
ha generado una devastadora crisis humanitaria que incluye a medio
millón de personas que se vieron forzadas a dejar Mosul.
En el sur
del país, en Samarra, a 110 kilómetros de Bagdad, también se han
registrado violentos combates, aunque las fuerzas de seguridad aseguran
haber sido capaces de frenar los avances del ISIS.
Entretanto,
en la capital iraquí un atacante suicida mató el miércoles a 21 personas
e hirió a otras 45 durante una asamblea chiita, informó la policía.
La violencia
estalló con fuerza esta semana y el gobierno del primer ministro Nuri
al Maliki parece estar perdiendo el control de la situación.
El ISIS, de
hecho, ya controla un considerable territorio en el centro y occidente
de Irak. También ha fortalecido su posición en el este de Siria, en su
campaña por establecer un enclave militante sunita en la zona
fronteriza.
Estalla la violencia
Tras la caída y posterior ejecución de Sadam Hussein -en medio de la invasión de EE.UU. y sus aliados-, el ejército iraquí fue desmantelado por el nuevo gobierno y se creó una nueva fuerza de seguridad.
Durante un período, Irak vivió una situación de relativa paz.
Pero a
partir del retiro de las tropas estadounidenses de Irak en diciembre de
2011 grupos alineados con al Qaeda comenzaron a organizarse en distintos
lugares del país y a experimentar una rápida expansión.
La importancia de Mosul
La caída de Mosul constituye un duro
golpe a los intentos de Nuri al Maliki por derrotar a los militantes,
que han ido ocupando territorio de Irak en el último año tras la
retirada de las fuerzas estadounidenses.
Mosul es la segunda ciudad que cae en manos del ISIS este año, luego de que el grupo se hiciera con el control de Faluya en enero.
Para el gobierno de mayoría chiita, Mosul representa una notable pérdida, toda vez que es la principal ciudad del norte de Irak y un importante centro político y económico del país, con 1,8 millones de habitantes.
Mosul, además, conecta con Siria y Turquía.
Tras la invasión liderada por EE.UU. en 2003, esta ciudad se convirtió en un bastión de la resistencia contra la ocupación, a la que se opusieron los sunitas (mayoría en la región, no en el país).
Pero la ciudad sufrió las consecuencias. Varios años de tiroteos y de atentados con bombas por parte de militantes ligados con al Qaeda llevaron a un éxodo de miles de personas.
Y no fue sino hasta 2009 que una apariencia de normalidad volvió a Mosul, aunque los yihadistas seguían manteniendo un firme control de la ciudad.
Mosul es la segunda ciudad que cae en manos del ISIS este año, luego de que el grupo se hiciera con el control de Faluya en enero.
Para el gobierno de mayoría chiita, Mosul representa una notable pérdida, toda vez que es la principal ciudad del norte de Irak y un importante centro político y económico del país, con 1,8 millones de habitantes.
Mosul, además, conecta con Siria y Turquía.
Tras la invasión liderada por EE.UU. en 2003, esta ciudad se convirtió en un bastión de la resistencia contra la ocupación, a la que se opusieron los sunitas (mayoría en la región, no en el país).
Pero la ciudad sufrió las consecuencias. Varios años de tiroteos y de atentados con bombas por parte de militantes ligados con al Qaeda llevaron a un éxodo de miles de personas.
Y no fue sino hasta 2009 que una apariencia de normalidad volvió a Mosul, aunque los yihadistas seguían manteniendo un firme control de la ciudad.
De hecho, el 22 de diciembre de 2011, apenas cuatro días después del retiro de las fuerzas de EE.UU., tuvo lugar una oleada de atentados con bombas en Bagdad. Los ataques causaron alrededor de 60 víctimas mortales.
El Estado
Islámico de Irak (ISI), otra rama de al Qaeda y antecedente del ISIS
(establecido en 2013), se atribuyó la autoría de aquellos atentados.
A partir de
entonces, la violencia sectaria en el país arreció con más fuerza:
atentados casi a diario con bombas (en mercados, mezquitas, funerales),
ataques a prisiones, sedes policiales y cuarteles militares.
Según la organización no gubernamental Iraq Body Count,
que hace recuento de las víctimas de Irak, en 2013 el país alcanzó su
peor momento en materia de violencia en cinco años: 9.475 civiles
muertos.
La rabia de los “Hijos de Irak”
El ISIS fue
creado en abril de 2013. Inicialmente nació como una fusión entre el ISI
y un grupo yihadista rebelde de Siria, el Frente Nusra. Ese año los
yihadistas juraron lealtad al ISIS.
Desde
entonces, el grupo se ha hecho muy popular entre sectores de las
poblaciones tribales sunitas, que se sienten maginadas y perseguidas por
Bagad.
Los sunitas
se consideran a sí mismos los verdaderos iraquíes y siguen teniendo
problemas en aceptar el hecho indiscutible de que constituyen una
minoría en el país.
En efecto,
el primer ministro Maliki, chiita, tomó una serie de medidas políticas
que profundizaron el enojo de sectores opositores: permitió y estimuló
las purgas de políticos iraquíes en nombre de la depuración del partido
Baaz -la formación política de Sadam Hussein- de las estructuras de
poder en Irak.
“la violencia se inscribe en el contexto de un “malestar más amplio que afecta a todas las provincias iraquíes, incluyendo algunas de mayoría chiita“
Marina Ottaway, Woodrow Wilson Center
También interrumpió las políticas iniciadas por EE.UU. de trabajar con los líderes tribales sunitas y sus milicias -los llamados “Hijos de Irak”- para aislar a al Qaeda.
De modo que,
además de los conflictos ancestrales entre sunitas y chiitas, la
violencia en Irak también tiene otras raíces más profundas, políticas.
“Malestar más amplio”
Para Marina
Ottaway, analista del Woodrow Wilson Center, con sede en Washington DC,
la violencia se inscribe en el contexto de un “malestar más amplio que
afecta a todas las provincias iraquíes, incluyendo algunas de mayoría
chiita, debido a las políticas emprendidas por el primer ministro Maliki
para hacer más férrero su propio control político y su poder, y en el
proceso imponer un sistema de control altamente centralizado, lo cual la
mayoría de las provincias ha comenzado a resentir”.
Según
explica Ottaway a la BBC, un tercio de las provincias iraquíes buscan
transformarse en regiones que tengan cierto grado de autonomía, como la
que ya detentan los kurdos.
En el
contexto de esas tensiones, en 2012 en la ciudad de Ramadi -en el centro
de Irak- un grupo de sunitas levantó unos campamentos en protesta.
Pero el primer ministro careció de la suficiente flexibilidad como para llegar a acuerdos con los manifestantes.
En diciembre
de 2013, el gobierno ordenó el arresto del parlamentario sunita Ahmed
al Alwani, quien había estado adelantando una negociación entre Bagdad y
los manifestantes de Ramadi.
Además, el
31 de diciembre, un año después de haber sido instalado, las tropas del
gobierno irrumpieron en la protesta y desmantelaron el campamento de los
manifestantes.
La toma de Faluya y Ramadi
Dos días
después de este ataque, en enero de 2014, la ciudad de Faluya y parte de
Ramadi cayeron en manos de las milicias sunitas del ISIS.
A partir de ahí, los insurgentes continuaron su avance, hasta ahora imparable.
El 30 de
abril, poco antes de las elecciones legislativas, el ISIS combatió a las
fuerzas gubernamentales a las afueras de Bagdad y sus hombres
desfilaron a plena luz del día en la ciudad de Abu Ghraib, a sólo 20
kilómetros de la capital.
La campaña
del grupo yihadista prosiguió en Samarra, ciudad que atacó el 5 de mayo.
Un mes después, los militantes embistieron la universidad de Anbar, en
Ramadi y apuntaron hacia Mosul, ciudad que cayó en sus manos el pasado
10 de junio, tras cinco días de combates.
El ISIS tomó el control de la provincia de Nineveh, además de partes de las provincias cercanas Kirkuk y Salaheddin.
Ahora, con
Faluya, Mosul y Tikrit en su poder, comienza a extenderse el temor en
Irak de que el primer ministro Maliki no tenga la capacidad militar ni
política para contener este incursión. Los militantes islámicos están
cada vez más cerca de llegar a Bagdad y avanzando.
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