FINALMENTE el gran Debate para desmontar - desenmascarar la GRAN farsa del coronavirus SARS-CoV-2 aka PLANdemia COVID. El RETO PRUEBA TÚ TEORÍA QUE EXISTE UN VIRUS! Los médicos por la verdad de Terreno versus los médicos y científicos que creen en la teoría de germenes de Louis Pasteur. PARA sorpresa el primero en aceptar el reto es el Dr Mike Yeadon, ex virologo y vacunologo de Pfizer. Se seleccionarán 5 laboratorios de virologia y se en enviarán 3 muestras de virus de 20 personas de los cuales los laboratorios no saben cuales son, es decir a ciegas. 1 de Influenza A 1 de SARS-CoV-2 1 de cáncer de pulmón Fase 1aislar y purificar el virus Fase 2 secuenciar el genoma del virus. Al día de hoy nadie ha aislado, purificado y secuenciado el coronavirus SARS-CoV-2. Cómo sabemos que supuestamente existe porque en enero 2020 el Dr alemán Christian Drosten aka Mengele Eichmann hizo la prueba PCR hisopado en una computadora insilico y en menos de 24 horas la OMS le aprobó el pape
Las feministas francesas quieren suprimir la palabra "mademoiselle" y que las mujeres sean siempre "señoras"
Distinguir entre "señora" y "señorita" no es halagador ni obligatorio, sino un signo de machismo que persiste en nuestra sociedad. Con esta idea como bandera, diversas asociaciones feministas de Francia han lanzado una campaña para eliminar esa opción de los formularios y la correspondencia.
Osez le féminisme y Chiennes de garde sostienen que incluir la palabra "mademoiselle" (señorita) supone que la mujer deba exponer su situación personal y familiar, algo que no sucede con los hombres, que siempre son "señores".
En la página web de la campaña, madameourmadame.fr, las entidades explican que, aún hoy, las mujeres son primero señoritas y luego señoras, y que ese paso no depende de su edad ni de su estatus profesional, sino de su estado civil.
"Señorita tiene un carácter intrusivo, que señor y señora, más neutros, no tienen", indican.
Esta palabra es una rémora, a juicio de estas organizaciones, de la época en que las mujeres pasaban de vivir bajo la autoridad de sus padres a la de sus maridos. "El lenguaje es un indicador de desigualdad", remarcan.
Que se dé importancia a si una mujer es "señora" o "señorita" es sexista y discriminatorio, destacan. Añaden que supone que el matrimonio otorga algún "valor adicional" a la mujer, que en el caso de los hombres es irrelevante, o que "no está acabada, completa" hasta que se casa.
La campaña hace hincapié en que no resulta halagador ni cortés llamar "señorita" a una mujer, especialmente en el ámbito profesional, ya que el término da la idea de que esa persona está "disponible" y revela información privada.
También, en que no es obligatorio ni indispensable. En los casos en que sea importante conocer el estado civil de la persona, los formularios pueden solicitarlo en un apartado específico.
Y, en la correspondencia, utilizar "señora" en todos los casos -recomiendan- es lo más apropiado.
Las feministas francesas además piden que no se distinga en los trámites con la administración pública entre "nombre de casada" y "nombre de soltera", sino que en los casos en que corresponda -porque la mujer haya decidido utilizar el apellido de su marido- se use la opción "nombre de nacimiento".
Fuente: Lainformación
Osez le féminisme y Chiennes de garde sostienen que incluir la palabra "mademoiselle" (señorita) supone que la mujer deba exponer su situación personal y familiar, algo que no sucede con los hombres, que siempre son "señores".
En la página web de la campaña, madameourmadame.fr, las entidades explican que, aún hoy, las mujeres son primero señoritas y luego señoras, y que ese paso no depende de su edad ni de su estatus profesional, sino de su estado civil.
"Señorita tiene un carácter intrusivo, que señor y señora, más neutros, no tienen", indican.
Esta palabra es una rémora, a juicio de estas organizaciones, de la época en que las mujeres pasaban de vivir bajo la autoridad de sus padres a la de sus maridos. "El lenguaje es un indicador de desigualdad", remarcan.
Que se dé importancia a si una mujer es "señora" o "señorita" es sexista y discriminatorio, destacan. Añaden que supone que el matrimonio otorga algún "valor adicional" a la mujer, que en el caso de los hombres es irrelevante, o que "no está acabada, completa" hasta que se casa.
La campaña hace hincapié en que no resulta halagador ni cortés llamar "señorita" a una mujer, especialmente en el ámbito profesional, ya que el término da la idea de que esa persona está "disponible" y revela información privada.
También, en que no es obligatorio ni indispensable. En los casos en que sea importante conocer el estado civil de la persona, los formularios pueden solicitarlo en un apartado específico.
Y, en la correspondencia, utilizar "señora" en todos los casos -recomiendan- es lo más apropiado.
Las feministas francesas además piden que no se distinga en los trámites con la administración pública entre "nombre de casada" y "nombre de soltera", sino que en los casos en que corresponda -porque la mujer haya decidido utilizar el apellido de su marido- se use la opción "nombre de nacimiento".
Fuente: Lainformación
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