Cuando las teorías de conspiración se convierten en realidad, o quizas siempre fueron verdad. Después de 41 años de acuerdo a la ley de transperencia del gobierno de USA se hace público como fue que se hizo el deal de los famosos petro-dólares entre USA y Arabia Saudí en 1974. A raíz de la victoria de Israel sobre todos sus enemigos árabes y rusia en la Guerra de Yom Kippur en 1973 y también gracias a la ayuda de Nixon de enviar todo el apoyo militar posible, en 1974 el carte l de la mafia de la OPEP lleva a cabo el embargo de petróleo y doblegar a USA en donde la economía prácticamente colapsa. El fracaso no era opción así que Nixon comisionó a William Simon, secretario de tesoreria, un ex trader de bonos de Salomon Brothers para negociar con los saudí. El deal era muy sencillo: USA le compraria petróleo a Arabia Saudí, y proveera al reino con armas y equipo y a cambio los saudí comprarian bonos y tesoros del estado para así financiar la deuda que ya USA habi...
Rusia (Magog) Ezequiel 38-39
Rusia podría salirse del Tratado ruso-norteamericano de reducción de armas estratégicas ofensivas firmado en 2010 si Estados Unidos sigue adelante con el despliegue de su escudo antimisiles en Europa sin prestar atención a las propuestas de Moscú. Así lo ha declarado el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, subrayando que su país actuará según se desarrolle la situación en cada momento.
Rusia, a la defensiva
Más concretamente, el jefe del Estado ha comunicado que Rusia responderá a partir de ahora con las siguientes medidas:
- La puesta en funcionamiento del sistema de alerta de ataques de misil ubicado en la ciudad rusa de
Kaliningrado (puerto ruso en el Mar Báltico enclavado entre Lituania y Polonia que pasa por ser el punto más occidental de Rusia);
- El fortalecimiento de la defensa de objetos estratégicos de armamento nuclear;
- El equipamiento de los misiles balísticos estratégicos con complejos capaces de superar el escudo antimisiles;
- El desarrollo por parte de las fuerzas armadas rusas de medidas que permitan eliminar sistemas de información y de control del escudo.
Medvédev subrayó que todas estas medidas son "adecuadas, eficaces y económicamente rentables". Pero acentuó que si no bastaran, el siguiente pasó sería la instalación de misiles móviles Iskander tanto en el Oeste como en el Sur del país, para poder responder al potencial del escudo estadounidense en caso de que EE. UU. siga desplegándolo en Europa.
Rusia tiende el guante, Washinton hace oídos sordos
Según el jefe del Estado ruso, “en un plazo corto de entre 5 y 8 años” este sistema podrá, de hecho, “debilitar el potencial estratégico” de Rusia. “Este programa empieza a acelerarse más y más, en Polonia, Rumania, Turquía y España, y a nosotros simplemente nos informan sobre un hecho ya consumado”, subrayó el presidente.
Al mismo tiempo, Medvédev ha recalcado que Rusia está dispuesta a continuar las negociaciones con EE. UU. sobre su sistema antimisiles en Europa. En concreto dijo que Moscú está dispuesta a colaborar con la OTAN si el plan es modificado según “el principio sectorial”, es decir, cuando cada parte responde por un sector determinado. “Estoy convencido de que este acercamiento todavía ofrece hoy día la oportunidad única a Rusia y a la OTAN de llegar a una verdadera cooperación estratégica. La confrontación en nuestras relaciones podría ser sustituida por los principios de igualdad de derechos, seguridad común, confianza mutua y predictibilidad”, sostiene el presidente ruso.
Moscú está promoviendo la idea desde la histórica cumbre de Lisboa en 2010, donde se avino a colaborar con la OTAN en este sentido. “Europa no necesita nuevas líneas de separación. Lo que necesita es un nuevo perímetro común de seguridad con la participación equitativa de Rusia”, reiteró Dmitri Medvédev. “Desgraciadamente, ni EE. UU. ni otros aliados de la OTAN se han mostrado dispuestos a avanzar en esta dirección”, subrayó.
Fuente: RT
Rusia podría salirse del Tratado ruso-norteamericano de reducción de armas estratégicas ofensivas firmado en 2010 si Estados Unidos sigue adelante con el despliegue de su escudo antimisiles en Europa sin prestar atención a las propuestas de Moscú. Así lo ha declarado el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, subrayando que su país actuará según se desarrolle la situación en cada momento.
Rusia, a la defensiva
Más concretamente, el jefe del Estado ha comunicado que Rusia responderá a partir de ahora con las siguientes medidas:
- La puesta en funcionamiento del sistema de alerta de ataques de misil ubicado en la ciudad rusa de
Kaliningrado (puerto ruso en el Mar Báltico enclavado entre Lituania y Polonia que pasa por ser el punto más occidental de Rusia);
- El fortalecimiento de la defensa de objetos estratégicos de armamento nuclear;
- El equipamiento de los misiles balísticos estratégicos con complejos capaces de superar el escudo antimisiles;
- El desarrollo por parte de las fuerzas armadas rusas de medidas que permitan eliminar sistemas de información y de control del escudo.
Medvédev subrayó que todas estas medidas son "adecuadas, eficaces y económicamente rentables". Pero acentuó que si no bastaran, el siguiente pasó sería la instalación de misiles móviles Iskander tanto en el Oeste como en el Sur del país, para poder responder al potencial del escudo estadounidense en caso de que EE. UU. siga desplegándolo en Europa.
Rusia tiende el guante, Washinton hace oídos sordos
Según el jefe del Estado ruso, “en un plazo corto de entre 5 y 8 años” este sistema podrá, de hecho, “debilitar el potencial estratégico” de Rusia. “Este programa empieza a acelerarse más y más, en Polonia, Rumania, Turquía y España, y a nosotros simplemente nos informan sobre un hecho ya consumado”, subrayó el presidente.
Al mismo tiempo, Medvédev ha recalcado que Rusia está dispuesta a continuar las negociaciones con EE. UU. sobre su sistema antimisiles en Europa. En concreto dijo que Moscú está dispuesta a colaborar con la OTAN si el plan es modificado según “el principio sectorial”, es decir, cuando cada parte responde por un sector determinado. “Estoy convencido de que este acercamiento todavía ofrece hoy día la oportunidad única a Rusia y a la OTAN de llegar a una verdadera cooperación estratégica. La confrontación en nuestras relaciones podría ser sustituida por los principios de igualdad de derechos, seguridad común, confianza mutua y predictibilidad”, sostiene el presidente ruso.
Moscú está promoviendo la idea desde la histórica cumbre de Lisboa en 2010, donde se avino a colaborar con la OTAN en este sentido. “Europa no necesita nuevas líneas de separación. Lo que necesita es un nuevo perímetro común de seguridad con la participación equitativa de Rusia”, reiteró Dmitri Medvédev. “Desgraciadamente, ni EE. UU. ni otros aliados de la OTAN se han mostrado dispuestos a avanzar en esta dirección”, subrayó.
Fuente: RT
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