FINALMENTE el gran Debate para desmontar - desenmascarar la GRAN farsa del coronavirus SARS-CoV-2 aka PLANdemia COVID. El RETO PRUEBA TÚ TEORÍA QUE EXISTE UN VIRUS! Los médicos por la verdad de Terreno versus los médicos y científicos que creen en la teoría de germenes de Louis Pasteur. PARA sorpresa el primero en aceptar el reto es el Dr Mike Yeadon, ex virologo y vacunologo de Pfizer. Se seleccionarán 5 laboratorios de virologia y se en enviarán 3 muestras de virus de 20 personas de los cuales los laboratorios no saben cuales son, es decir a ciegas. 1 de Influenza A 1 de SARS-CoV-2 1 de cáncer de pulmón Fase 1aislar y purificar el virus Fase 2 secuenciar el genoma del virus. Al día de hoy nadie ha aislado, purificado y secuenciado el coronavirus SARS-CoV-2. Cómo sabemos que supuestamente existe porque en enero 2020 el Dr alemán Christian Drosten aka Mengele Eichmann hizo la prueba PCR hisopado en una computadora insilico y en menos de 24 horas la OMS le aprobó el pape
Como así? pero que dice Juan 14:6
6 Jesús le dijo: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi.
Romanos 8: 32-33
33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la derecha de Dios e intercede por nosotros.
Tenemos a Jesucristo como abogado ante el Padre
Por Gracia somos salvos y por la eterna misercordia de Dios nos perdona todos los días cuando pecamos de pensamiento, palabra, obra u omisión.
Hace más de dos mil años el Señor Jesucristo se entregó y murió por nuestros pecados, asi que por Su sangre preciosa que derramó en la cruz del calvario estamos perdonados, siempre y cuando nos arrepentimos genuinamente y aceptamos a Jesús como nuestro Señor y Salvador.
Según la Iglesia Católica Romana (IRC), es un destino inevitable para todos los cristianos protestantes o evangélicos, entre otros, según sus portavoces autorizados.
En esta nueva semana, se vuelve a recordar unas de las prácticas y doctrinas más antiguas de la Iglesia Católica Romana, es una de las enseñanzas que no ha cedido terreno y que sigue tan fuerte como sus comienzos, la cual afirma que los pecados solo pueden ser remitidos por sacerdotes autorizados de la ICR.
Esto claramente significa que cualquier persona que no pasa por el perdón otorgado especialmente por los sacerdotes consagrados del vaticano, no tendrá posibilidad alguna de salvarse del infierno.
Esto es lo que señala la Agencia de noticias Zenit, con sede en el Vaticano, al publicar un reportaje realizado por José Antonio Varela al Padre Dominico Hernán Jiménez, confesor en Santa María la Mayor de Roma.
Esta es una parte de la entrevista.
Varela Vidal: ¿Existe acaso la confesión “directa con Dios”, tal como argumentan algunos? ¿Cuál es la diferencia de esa práctica con el sacramento de la Reconciliación?
P. Jiménez : Con Dios hay una comunicación directa con la oración y la meditación interior, pero nunca la remisión de los pecados. Según el mandato del Señor, solamente los apóstoles y sus sucesores, los sacerdotes, lo hacen.
Varela Vidal: ¿Cuál es la base bíblica del perdón de los pecados ejercida por un sacerdote frente a un penitente? ¿Él actúa en nombre de Dios o lo hace por su propio poder de consagrado?
P. Jiménez : La base la encontramos en los Evangelios, en Juan 20, 22-23. El sacerdote actúa en el nombre de Dios y lo hace por el mandato de la Iglesia que recibe en la ordenación sacerdotal. El sacerdote remite todo pecado con la fórmula: “… en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
“A esa afirmación debe agregarse que no la hace por cuenta propia sino que está avalada por su orden y por las autoridades de la jerarquía vaticana,” añade.
En la ICR el “confesionario”, es el lugar más productivo para la sumisión de los “penitentes”. Y todo en el contexto del reciente anuncio del Papa para comenzar la Nueva Evangelización, recordando algunas de las doctrinas básicas y más prácticas de la Iglesia Católica Romana.
Fuente: NoticiaCristiana
6 Jesús le dijo: «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mi.
Romanos 8: 32-33
33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la derecha de Dios e intercede por nosotros.
Tenemos a Jesucristo como abogado ante el Padre
Por Gracia somos salvos y por la eterna misercordia de Dios nos perdona todos los días cuando pecamos de pensamiento, palabra, obra u omisión.
Hace más de dos mil años el Señor Jesucristo se entregó y murió por nuestros pecados, asi que por Su sangre preciosa que derramó en la cruz del calvario estamos perdonados, siempre y cuando nos arrepentimos genuinamente y aceptamos a Jesús como nuestro Señor y Salvador.
Según la Iglesia Católica Romana (IRC), es un destino inevitable para todos los cristianos protestantes o evangélicos, entre otros, según sus portavoces autorizados.
En esta nueva semana, se vuelve a recordar unas de las prácticas y doctrinas más antiguas de la Iglesia Católica Romana, es una de las enseñanzas que no ha cedido terreno y que sigue tan fuerte como sus comienzos, la cual afirma que los pecados solo pueden ser remitidos por sacerdotes autorizados de la ICR.
Esto claramente significa que cualquier persona que no pasa por el perdón otorgado especialmente por los sacerdotes consagrados del vaticano, no tendrá posibilidad alguna de salvarse del infierno.
Esto es lo que señala la Agencia de noticias Zenit, con sede en el Vaticano, al publicar un reportaje realizado por José Antonio Varela al Padre Dominico Hernán Jiménez, confesor en Santa María la Mayor de Roma.
Esta es una parte de la entrevista.
Varela Vidal: ¿Existe acaso la confesión “directa con Dios”, tal como argumentan algunos? ¿Cuál es la diferencia de esa práctica con el sacramento de la Reconciliación?
P. Jiménez : Con Dios hay una comunicación directa con la oración y la meditación interior, pero nunca la remisión de los pecados. Según el mandato del Señor, solamente los apóstoles y sus sucesores, los sacerdotes, lo hacen.
Varela Vidal: ¿Cuál es la base bíblica del perdón de los pecados ejercida por un sacerdote frente a un penitente? ¿Él actúa en nombre de Dios o lo hace por su propio poder de consagrado?
P. Jiménez : La base la encontramos en los Evangelios, en Juan 20, 22-23. El sacerdote actúa en el nombre de Dios y lo hace por el mandato de la Iglesia que recibe en la ordenación sacerdotal. El sacerdote remite todo pecado con la fórmula: “… en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
“A esa afirmación debe agregarse que no la hace por cuenta propia sino que está avalada por su orden y por las autoridades de la jerarquía vaticana,” añade.
En la ICR el “confesionario”, es el lugar más productivo para la sumisión de los “penitentes”. Y todo en el contexto del reciente anuncio del Papa para comenzar la Nueva Evangelización, recordando algunas de las doctrinas básicas y más prácticas de la Iglesia Católica Romana.
Fuente: NoticiaCristiana
Así es, aunque la Iglesia Católica ha cometido errores, históricamente nadie puede negar que es la fundada por Jesucristo, hermanos.
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