Cuando las teorías de conspiración se convierten en realidad, o quizas siempre fueron verdad. Después de 41 años de acuerdo a la ley de transperencia del gobierno de USA se hace público como fue que se hizo el deal de los famosos petro-dólares entre USA y Arabia Saudí en 1974. A raíz de la victoria de Israel sobre todos sus enemigos árabes y rusia en la Guerra de Yom Kippur en 1973 y también gracias a la ayuda de Nixon de enviar todo el apoyo militar posible, en 1974 el carte l de la mafia de la OPEP lleva a cabo el embargo de petróleo y doblegar a USA en donde la economía prácticamente colapsa. El fracaso no era opción así que Nixon comisionó a William Simon, secretario de tesoreria, un ex trader de bonos de Salomon Brothers para negociar con los saudí. El deal era muy sencillo: USA le compraria petróleo a Arabia Saudí, y proveera al reino con armas y equipo y a cambio los saudí comprarian bonos y tesoros del estado para así financiar la deuda que ya USA habi...
Por Pastor Félix Muñoz
- Mateo 24:35-37: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 36 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. 37 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre”.
Si Dios se encarnó en la persona de Jesús, ¿por qué no sabría cuál sería
el día y la hora de Su regreso? Después de todo, Dios conoce todas las
coas. Por lo tanto, si Jesús no sabía todas las cosas, entonces, Dios no
pudo encarnarse en la persona de Jesús.
Esta objeción es, con mucha frecuencia, levantada por los testigos de Jehová y los cristadelfianos.
Jesús tiene dos naturalezas, la divina y la humana. Esta enseñanza se
conoce como la unión hipostática; esto es, la unión de dos naturalezas
en Su sola persona:
- Hebreos 2:9: “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos”.
- Filipenses 2:5-8: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.
- Colosenses 2:9: “Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad”.
Como hombre, Jesús cooperó con las limitaciones de ser un hombre, esta
es la razón por la que versículos como en Lucas 2:52, dicen: “Y Jesús
crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los
hombres”. Por lo tanto, y en este punto de Su ministerio, Él podía
declarar que no sabía el día ni la hora de Su regreso. Pero esto, no es
una negación de Su ser como Dios, sino una confirmación de Él como ser
humano en Sus limitaciones.
Además, la lógica de que Jesús no podía ser Dios porque Él no sabía
todas las cosas, funciona en ambos sentidos. Si pudiéramos encontrar un
pasaje donde se afirma de Jesús que conoce todas las cosas, ¿no probaría
que Él es Dios?
- Juan 21:17: “Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas”.
Jesús no corrigió a Pedro diciéndole: “Un momento Pedro, yo no conozco
todas las cosas”. Más bien, dejó que Pedro continuara con su declaración
de que Él sí sabía todas las cosas; por lo tanto, debe ser cierto.
Pero si tenemos un versículo que dice que Jesús no sabía todas las cosas
y otro que dice que Él sabía todas las cosas, ¿no es entonces
contradictorio? No. No lo es.
Antes de la crucifixión y posterior resurrección de Jesús, Él dijo que
sólo el Padre sabía del día y la hora de Su regreso. Como dijimos
anteriormente, Jesús estaba cooperando con las limitaciones de ser un
hombre mientras completaba Su ministerio en esta tierra. Fue entonces
glorificado en Su resurrección y sin embargo, Él era todavía un hombre
(cf. Colosenses 2:9 y 1ª Timoteo 2:5).
Después de la resurrección de Jesús, tuvo la habilidad de aparecer y
desaparecer a Su voluntad. Y esta, no es una habilidad normal de un
hombre; sino la habilidad normal de un hombre resucitado y glorificado.
Hubo un cambio; Él todavía era un hombre y aun así, sabía todas las
cosas.
Fuente: Apostasiaaldia
Comentarios
Publicar un comentario
¿Qué piensas de esto? Tus comentarios pueden ser anónimos o no, y serán muy agradecidos, por más corto que sean. Sé respetuoso.