FINALMENTE el gran Debate para desmontar - desenmascarar la GRAN farsa del coronavirus SARS-CoV-2 aka PLANdemia COVID. El RETO PRUEBA TÚ TEORÍA QUE EXISTE UN VIRUS! Los médicos por la verdad de Terreno versus los médicos y científicos que creen en la teoría de germenes de Louis Pasteur. PARA sorpresa el primero en aceptar el reto es el Dr Mike Yeadon, ex virologo y vacunologo de Pfizer. Se seleccionarán 5 laboratorios de virologia y se en enviarán 3 muestras de virus de 20 personas de los cuales los laboratorios no saben cuales son, es decir a ciegas. 1 de Influenza A 1 de SARS-CoV-2 1 de cáncer de pulmón Fase 1aislar y purificar el virus Fase 2 secuenciar el genoma del virus. Al día de hoy nadie ha aislado, purificado y secuenciado el coronavirus SARS-CoV-2. Cómo sabemos que supuestamente existe porque en enero 2020 el Dr alemán Christian Drosten aka Mengele Eichmann hizo la prueba PCR hisopado en una computadora insilico y en menos de 24 horas la OMS le aprobó el pape
Los soldados del califa Abu Bakr al Bagdadi están resueltos a honrar su nombre y convertirse en un Estado islámico.
La conquista de Ramadi y Palmira les abre las puertas a seguir
avanzando hasta Bagdad y Damasco, a punto de cumplirse un año de la
proclamación del califato. Su último paso ha sido el control del puesto
fronterizo de Al Tanf, también conocido como Al Walid, el único cruce
entre Siria e Irak que quedaba en manos del Ejército de Bachar al Asad.
En semana y media los yihadistas se han hecho con la
parte oriental de la provincia siria de Homs, una extensa zona
transfronteriza que les une a la provincia iraquí de Al Anbar, que
también dominan. Una unión física sin presencia de tropas enemigas y una
región que alberga yacimientos de hidrocarburos vitales para financiar
su guerra.
¿En que situación queda el régimen de Al Asad tras las últimas conquistas?
Tras años jactándose de ser el Ejército más poderoso
de Oriente Medio, las tropas de Bachar al Asad están perdiendo la
guerra. Damasco solo domina el 22 % de Siria. El Estado Islámico
controla la mitad del territorio (más de 95.000 km2). El resto está en
manos de grupos kurdos, islamistas y milicianos del Ejército Libre Sirio
(ELS), los primeros en rebelarse contra el régimen y que tras cinco
años de guerra han quedado muy relegados pese al apoyo de Turquía.
Desmoralizado, el Ejército sirio se ve impotente ante tantos frentes
abiertos, pese a la ayuda de Hezbolá e Irán. Su función queda relegada a
defender la costa de mayoría alauí, el sur y las áreas cercanas a
Damasco. Ayer vio como el Frente de Al Nusra tomó el hospital de la
ciudad de Yisr al Shughur (Idlib) donde llevaba asediados desde hace un
mes 150 soldados, sus familias y burócratas del régimen, según el
Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
¿Que repercusiones tiene la toma de Palmira?
Además del valor cultural, Palmira es un enclave
estratégico. En esta ciudad convergen varias rutas, una hacia el oeste
de Siria y otra hacia la frontera con Irak. Los yihadistas pueden lanzar
desde aquí si se lo proponen el asalto a Damasco y Homs, capital de la
provincia homónima, dos bastiones de Al Asad. Además constituye una
nueva vía de intercambio de suministros y hombres entre Siria e Irak.
¿Y la de Ramadi?
Si Palmira abre la puerta a un asalto yihadista a la
capital siria, Ramadi es la lanzadera hacia Bagdad. Solo les separan 100
kilómetros. El mismo califa Al Bagdadi anunció hace una semana que sus
planes son llegar a Bagdad y Kerbala, ciudad santa de los «infieles»
chiíes.
¿Por qué logra avanzar el Estado Islámico?
El anunciado debilitamiento del EI, por su derrota en
Tikrit y la muerte de varios líderes o la incapacitación de Al Bagdadí,
tras ser herido en un bombardeo, ha resultado falso. Tiene un mando
militar - exoficiales del Ejército de Sadam Huseín y exmiembros de Al
Qaida- bien organizado y que dirige a más de 25.000 combatientes. Pero
además de un ejército, el Estado Islámico tiene ya las estructuras que
definen a un Estado. Se ha convertido en administrador de la vida de
millones de personas entre Siria e Irak. Tiene recursos (hidrocarburos,
tierra cultivable, centrales hidroeléctricas) y una suerte de
administración civil, basada en el terror pero eficaz en el
funcionamiento de los servicios públicos bajo un férreo control policial
y la ley de la sharia. Muchos civiles optan por huir, pero otros
deciden quedarse porque no tienen a donde ir. La ONU calcula que al
menos un tercio de los 200.000 habitantes de Palmira permanecen en la
ciudad.
¿Qué ha fallado?
El avance ha puesto de relieve que la guerra aérea de
Barack Obama no conseguirá derrotar al Estado Islámico si no hay una
fuerza potente sobre el terreno. El único lugar donde ha funcionado fue
en el enclave fronterizo de Kobani, con las fuerzas kurdas bien
entrenadas y pertrechadas. Obama no quiere ni oír mencionar la
posibilidad de volver a desplegar tropas en Irak ,y ha optado por
acelerar el entrenamiento y el equipamiento de las tribus suníes, además
de enviar más de mil cohetes antitanque al Ejército iraquí. Los suníes
se quejan de la falta de apoyo de Bagdad, que teme que si los arman
puedan revolverse contra el Gobierno dominado por los chiíes. Las
milicias chiíes son el último recurso para salvar Ramadi, pese a la
brecha sectaria que se puede abrir. En cuanto a Siria, EE. UU. sigue
negándose a trabajar codo con codo con Bachar al Asad para derrotar al
Estado Islámico.
¿Y ahora qué?
«Por decirlo a las claras: Estado Islámico es, o está
a punto de ser, lo que dice ser: un Estado», explica a la agencia
Reuters David Kilcullen, antiguo estratega de operaciones de
contrainsurgencia de EE.UU. Los analistas creen necesario un cambio
radical de estrategia que no afronte la lucha contra el EI como una
simple organización terrorista. Washington reconoció el miércoles que
estaba reexaminando su estrategia, pero un día después Barack Obama negó
la máxima de que se estuviera perdiendo la guerra.
El EI reivindica el atentado con 20 muertos contra una mezquita chií en Arabia Saudí
Veintiún muertos y cien heridos fue el saldo del
atentado suicida que sacudió ayer una mezquita de la minoría chií en el
este de Arabia Saudí. El Estado Islámico (EI) se atribuyó el atentado a
cargo del «hermano mártir Abu Amer al Nashdi», que «irrumpió con su
cinturón explosivo en una concentración de chiíes infieles».
En noviembre del 2014, el líder del EI, Abu Bakr al
Bagdadi, llamó a la guerra en Arabia Saudí. El califa urgía a los
saudíes a rebelarse contra los chiíes, la familia reinante Al Saud y los
soldado. Ese mismo mes lanzó un ataque contra los chiíes que dejó ocho
muertos. En abril, las autoridades anunciaron el desmantelamiento de una
célula de 65 personas sospechosas de tener vínculos con el grupo
extremista suní.
El suicida se inmoló dentro de la mezquita situada en
la provincia de mayoría chií de Al Qatif, coincidiendo con la oración
del viernes y las celebraciones por el nacimiento del imán Huseín, por
lo que el templo estaba repleto. El ambiente en la calle era tenso.
Muchas personas salieron a las calles gritando lemas prochiíes, mientras
circulaban por la red imágenes y vídeos de cadáveres envueltos en
telas.
El atentado eleva aún más las tensiones sectarias en
Arabia Saudí, ya en aumento desde el inició de la operación saudí contra
el movimiento chií de los hutíes en Yemen. La provincia de Al Qatif
junto con la de Al Ahsá forman parte de la región de Al Sharquiya de
mayoría chií. Esta comunidad representa en torno a un 10 % de la
población saudí y se queja de sufrir discriminación y marginación.
Prácticamente al mismo tiempo explotó otra bomba
delante de una mezquita chií en la capital de Yemen, Saná, que dejó
trece heridos. El ataque también fue reivindicado por el Estado
Islámico.
Fuente: LaVozdeGalicia
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