Lo más irónico de toda la PLANdemia es que los funcionarios burócratas que te dicen Quedáte en casa, nunca se han quedado en casa y ni han vivido ninguna cuarentena y siguen trabajando normalmente mientras están matando a miles de personas.
Desde el principio de los tiempos, los humanos han usado la mitología para dar sentido a un mundo natural caótico. Sir G.L. Gomme denominó a los mitos como "la ciencia de una era precientífica". El folclore proporcionó a las personas precientíficas una reconfortante sensación de control sobre la naturaleza. Para abordar los períodos de sequía, desplegaron bailes de lluvia. Los tramos sin sol que obstaculizaban los cultivos provocaron ofrendas a Helios. Entonces, nuestros antepasados se sentaron y esperaron. Siempre llegaban las lluvias. El sol siempre reaparecía, validando su “sabiduría”, reforzando la ilusión de control.
Gracias a la ciencia, sabemos que esto fue pura superstición. Aunque se habrían producido los mismos resultados si la tribu no hubiera tomado ninguna medida, el líder de la tribu aún habría recibido crédito o culpa de sus electores.
De manera similar, los políticos de hoy compiten para atribuirse el mérito, o culpar, por los "resultados" de COVID-19. ¿Los políticos realmente controlan estos resultados, o simplemente están explotando nuestras tendencias arraigadas?
Cuando China implementó la cuarentena por primera vez en enero para "derrotar al COVID-19", el Washington Post citó con aprobación a un profesor de la Universidad de Georgetown diciendo:
"La verdad es que ese tipo de cuarentena son muy raros y nunca son efectivos ..."
En marzo, las terribles proyecciones del Imperial College London influyeron en la Casa Blanca, pero una lectura cuidadosa de los consejos contenidos en el informe del Imperial College revela que sus autores sabían que la cuarentena por sí solo no podía eliminar ninguna infección, solo retrasarla:
"Cuanto más exitosa sea una estrategia en la supresión temporal", afirmó, "se predice que mayor será la epidemia tardía en ausencia de vacunación, debido a una menor acumulación de inmunidad de rebaño".
Nos enfrentamos a un virus con una tasa de supervivencia de 997 de 1,000. Hemos vencido a feroces adversarios. Podemos librarnos de esta plaga con menos dolor al recordar una verdad simple: ni nosotros ni nuestros políticos tenemos control sobre la muerte.
Fuente: ZeroHedge
Debunking The Myth That Lockdowns Stop Pandemics
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